Palestino posee una historia gloriosa marcada por dos títulos de Primera División (1955 y 1978). El más recordado es el de 1978, donde lograron un impresionante récord histórico de invicto de 44 partidos, una marca aún vigente. Liderados por la leyenda Elías Figueroa, ese equipo cimentó la grandeza del club, demostrando un dominio absoluto y una calidad técnica insuperable que perdura en la memoria.
En el ámbito copero, el club ha levantado la Copa Chile en tres ocasiones, siendo la última en 2018. A nivel internacional, su mayor hito fue alcanzar las semifinales de la Copa Libertadores 1979, cayendo ante el eventual campeón. Estas campañas demuestran que, a pesar de ser un club de colonia, Palestino tiene la jerarquía y el peso histórico para competir y triunfar ante los gigantes del continente.
Históricamente, el cuadro “Árabe” se ha identificado con un fútbol de buen trato al balón y técnica depurada. Fiel a la tradición de sus grandes ídolos, el equipo prioriza la posesión y la construcción de juego ofensivo. En el Estadio Municipal de La Cisterna, buscan imponer condiciones mediante la asociación y el talento, rechazando el pelotazo y apostando siempre por una propuesta estética y elaborada.
En la era moderna, Palestino ha sumado a su ADN una intensidad táctica y presión alta, convirtiéndose en un rival dinámico e incómodo. Suelen ser equipos valientes que no se achican ante nadie, buscando el arco rival con verticalidad y audacia. Esta mezcla de riqueza técnica histórica con el vigor físico moderno lo convierte en un animador constante que siempre propone y busca el espectáculo.
Fundado el 20 de agosto de 1920, el club representa a la comunidad palestina en Chile, la más grande fuera del mundo árabe. Sus colores —verde, blanco, rojo y negro— son símbolos de resistencia e identidad nacional. Palestino es un vehículo de expresión cultural y política, llevando la voz y el orgullo de un pueblo lejano que ve en el equipo una bandera de lucha y representación internacional.
Bajo el lema “Más que un equipo, todo un pueblo”, la institución trasciende lo deportivo. Con un fuerte rol social y diplomático, el club mantiene lazos estrechos con Palestina, siendo seguido fervientemente en Medio Oriente. A pesar de no ser masivo en Chile, posee una mística única y universal, convirtiéndose en una causa mundial que une el deporte con la reivindicación histórica de sus raíces.